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viernes, 20 de noviembre de 2015

Bendita vocación

Hoy es uno de esos días en el que la inspiración te acompaña desde el mismo momento que el tic tac del despertador comienza a recordarte, que tienes tantas cosas que hacer que la única forma de empezar es empezando. A mí el despertador no me suele despertar, me avisa del camino que me espera todo el día, estresante, lo sé.

Y así empezó mi día, dejé a mi hijo en el cole y me fui a la biblioteca de la universidad a comenzar un viernes de estudio, de trabajos para entregar...y de mil cosas todavía pendientes por hacer, todo lo que sea necesario por esta bendita vocación.

Estoy leyendo lo escrito y la palabra "hacer" es la protagonista de lo hasta ahora mencionado, y así es, tengo tantas cosas todavía por "hacer" que necesitaría más de las horas que marca el reloj durante un día, con 24 horas hoy no tengo suficiente.

Y es que en cuestión de vocación las horas cuentan doble, y cómo olvidarlo!!!, además de todo lo que me queda por "hacer" hoy es un día especial, hoy es el "Día Internacional del Niño", en toda la amplitud de la palabra, no solo es el día de los niños, hoy también es un día para recordar los niños que fuimos, y así lo recordé cuando vi en las rrss una viñeta de Mafalda, uno de mis personajes favoritos, nada más verlo decidí que esa viñeta iba a ser la protagonista de mi nuevo post.

Hace no tanto (risas), jugaba a organizar todoooo, y hoy estudio para organizar todooooo, increíble!!!

Os dejo una imagen de lo que era mi infancia y entenderéis el porqué de mi elección. 

¡feliz fin de semana!


miércoles, 14 de octubre de 2015

Para la libertad canto, bailo y sonrío

"La ceremonia de investidura de un Doctor Honoris Causa es una de las celebraciones más importante de la institución más antigua que se haya asentada en nuestra sociedad tras la iglesia, la milicia y la corona: La Universidad.

El doctorado Honoris Causa mantiene una misma simbología esencial en toda la Universidad española, existen diferencias de orden que, con los años, a medida que estos actos se complican por la presencia de cada vez mayor números de doctores, o por imposiciones de corrientes más modernas, marcan y crean estilos que pueden llevarnos a la total separación, lo que representaría una dificultad añadida para la recuperación completa y unificada de todos los cauces del Protocolo Universitario.



Porque es en el doctorado honoris causa donde se reúne toda la significación y la iconografía de la Universidad, el Acto culminante, más rico y mejor conservado que la tradición de nuestros centros ha mantenido" ( Alberto Darias Príncipe) 


         

Así comenzó la parte introductoria de un trabajo que expuse el curso pasado en la asignatura de Protocolo Universitario, "Ceremonia de Investidura de un Doctor Honoris Causa".

Hace unos días nos dieron las pautas para realizar el practicum, como ya hice todas las horas necesarias para obtener los créditos, empecé a prepararlo y me acordé de dicho trabajo, y de todas las prácticas que he venido haciendo en la Unidad de Protocolo de la Universidad Miguel Hernández durante todos estos años de carrera.

En octubre del año pasado y coincidiendo con el Acto de Apertura del Curso Académico 2014-2015, tuvo lugar en el Salón de Actos del Edificio de Rectorado y Consejo Social de la Universidad Miguel Hernández de Elche, la Ceremonia de Investidura de Doctor Honoris Causa de D.Antonio Fraguas de Pablo "Forges".

















Guardo especial cariño de esta práctica, fue por tanto la elegida para dicho trabajo, de todas las ceremonias en las que hice prácticas ésta fue diferente, en ésta hubo una fusión entre la solemnidad y la emotividad, fue un Acto donde lo solemne dio paso a lo emotivo, éste fue su valor diferencial.




En el trabajo se exponen todas las partes de un Acto de estas características, significado, simbología, ceremonial, atributos etc, pero no me quiero parar a analizar el trabajo en sí sino en el punto en el que se encuentra mi carrera hoy.

Este curso por ser el último es quizá el más emotivo, y cuando echo la vista atrás me doy cuenta del largo camino recorrido, ha pasado tan rápido que muchas veces no he sido consciente de la efimeridad del tiempo, y este practicum es un indicador de que este camino está a pocos meses de finalizar.









Hace cuatro años fui una privilegiada al poder estudiar lo que tanto me apasiona, y formarte en lo que es tu vocación es otro cantar, haciendo honor a la dedicatoria de Forges al Poeta..."Para la libertad canto, bailo y sonrío".








miércoles, 14 de enero de 2015

Seis sombreros y una incertidumbre


¿QUÉ DECISIÓN TOMO?

Ante una toma de decisiones, tenemos que conocer las herramientas que nos harán ver desde distintas perspectivas, enfoques y visiones la decisión que se ha de tomar.

Así comienza mi exposición en la clase de Diseño y Gestión de Proyectos sobre la técnica "Seis Sombreros para pensar" de Edward de Bono, libro que elegí sobre el pensamiento creativo.

Tenía diez minutos para poner en práctica el pensamiento lateral, y hablar en público durante ese tiempo era para mí una eternidad, así que opte por elegir un asunto personal para que en la praxis esta herramienta fuera fácil de entender, lo tenía tan interiorizado que debía sentirme cómoda al hablar delante de mi público, mis compañeros y la profesora, que estaba evaluando no solo el trabajo sino el cómo me desenvolvía al hablar en público, comencé entonces con mi storytelling.

"Hoy os voy a contar una historia que me ocurrió hace unos años, yo trabajaba en una buena empresa, una de las mejores empresas del mundo, cobraba un buen sueldo, además por formar parte de la plantilla de la empresa tenía una serie de ventajas y beneficios que me hacían la vida más fácil si cabe, pero no era feliz!!! 

Llevaba 10 años en la empresa y en los dos últimos años mis ilusiones y motivaciones por seguir allí habían mermado considerablemente. 

Dos años antes había hecho participes a mi responsable de equipo y a mi director de cadena de mis inquietudes y de las pocas ganas que tenía de seguir allí, ellos me aconsejaron que esa desmotivación era temporal y que volvería a estar motivada, además de que no era el momento idóneo de dejar mi trabajo, las perspectivas no eran halagüeñas, no era el momento.

Pero no fue así porque en esos dos años de prorroga jamás me motivé ni ilusioné, pero reconozco que en ese momento no tuve la visión, una iluminación divina (volver a estudiar) como yo la llamo que dos años después tuve.

Una de las ventajas que tenía por trabajar en la empresa era que podía ir a cursos/jornadas, y un día me inscribí a una de estas jornadas que trataba sobre “Herramientas para la toma de decisiones" , de todas las herramientas que se expusieron yo me quedé con la más fácil de experimentar, y con la que aún siendo desconocedora de la técnica, en algún momento ya me había puesto varios sombreros, fue un guiño a lo que internamente me estaba ocurriendo, ese fue mi primer contacto con el pensamiento lateral.

Necesitaba tomar una decisión, por un lado mi tranquilidad,estabilidad,seguridad laboral y por el otro volver a estudiar, un abismo entre ambas.

Llegué a mi casa y empecé a ponerme los sombreros;

Me puse el sombrero blanco, el sombrero de la neutralidad, de lo objetivo, los datos, los hechos.

La información que tenía era que no era feliz en mi trabajo, no estaba motivada, ya no podía aprender más dentro del departamento, necesitaba un cambio, eran datos objetivos, la realidad en mi vida en esos momentos.


Decidí coger el sombrero negro, el sombrero negativo/constructivo, el que te dice por lo que no va a funcionar, la situación laboral fuera era muy mala debido a la crisis, había vivido durante unos años en una especie de burbuja, no era consciente de la realidad, otra de las cosas negativas que podían 
suceder era el no aprobar el examen de acceso, solo tenía cuatro meses y si no aprobaba, no podría estudiar, no podía permitirme perder un año, pero lo más negativo no solo era eso, no tenía un colchón económico que me permitiera poder estudiar durante cuatro años sin trabajar. Este sombrero me dejó descolocada porque era una realidad que trastocaba lo que quería hacer.


No me vine abajo y me coloqué el sombrero verde, el que complementa al anterior, el sombrero de las alternativas, el que da respuestas a lo negativo.

Y le fui buscando alternativas a las dos incertidumbres que había generado el sombrero negro, a la del colchón económico, la única solución era negociar mi despido, sabiendo que si me iba yo era casi imposible, y la segunda, estudiaría sin descanso y aprobaría el acceso. Con este sombrero se me fue dibujando de nuevo la sonrisa.


De los seis sombreros hay uno que siempre llevo puesto cuando tomo una decisión, con el que me siento más cómoda, el sombrero de las emociones, de la intuición, el sombrero rojo, con este sombrero puesto pensaba:" Sé que es mi momento de cambio,es ahora cuando lo tengo que hacer, no puedo dejar pasar más tiempo y volver a la zona de confort, tengo muchas ilusiones puestas por encontrar lo que verdaderamente me gusta".

Me quedaban solo dos sombreros para tomar la decisión, el sombrero optimista y el sombrero del veredicto final, ya faltaba menos...




Nerviosamente cogí el sombrero optimista, el sombrero amarillo, no quería quitármelo porque mientras lo llevara puesto sentiría lo positivo de esta decisión, "hazlo, estás ilusionada y segura de que todo saldrá bien, será un éxito, te formarás en lo que te apasiona, encontrarás el trabajo que te llene, pero hazlo".



El tiempo se acababa y tenía que decidir, cogí el sombrero del líder, el sombrero azul, este sombrero engloba a todos los demás, su función principal es la de controlar que no quede ningún fleco suelto en los demás sombreros. El único fleco que quedaba era el del sombrero negro, el colchón económico, pero no dependía de mí.

Y tomé la decisión, dejar el trabajo y prepararme el acceso a la universidad, a partir de ese momento ocurrieron una serie de serendipias que no hubieran aparecido sin esta toma de decisión, todo fue rodado.

Si tuviera que quitarme un sombrero para agradecer lo que ocurrió después, es el negro el elegido, gracias a este sombrero estoy hoy aquí, ese fleco que tanto me preocupó entonces, resulto ser el causante de que todo llegara.


Tengo que reconocer que en un momento de la exposición volví a estar en mi casa poniéndome cada uno de los seis sombreros, llegué a disfrutar hablando en público, pero aún me queda mucho trabajo y camino por recorrer.

Para concluir con la presentación elegí como no lo que tanto me gusta, las citas, debía ser una que comprimiera todo lo que había narrado durante  esos minutos no tan eternos, y encontré la apropiada para mi historia.

"Solamente en los sueños somos libres, el resto del tiempo necesitamos el sueldo" Terry Prachett.

Yo prescindí de un sueldo pero en contraposición era libre para cumplir mi sueño, ya han pasado tres años y me siento muy orgullosa de haber tomado una de las decisiones que han cambiado mi vida, tampoco olvido lo que esa empresa significó para mí, fue una gran escuela y agradezco el haber formado parte de su plantilla, fue una etapa imprescindible en mi camino.





martes, 9 de diciembre de 2014

Ilusión + Confianza = Pasión


"La única manera de hacer un gran trabajo, es amando lo que haces", una fantástica reflexión para comenzar con un post diferente.

Estas palabras las oí por vez primera hace aproximadamente tres años, y en esa ocasión ese pensamiento no se adecuaba a lo que estaba viviendo en mi trabajo, fue como una bofetada de realidad porque acabé preguntándome qué hacía ahí y eso me llevo al punto en el que me encuentro hoy, en aquel momento estas palabras no tenían el significado que hoy tienen, pero si que había un anhelo de sentir lo que hoy siento, pasión por lo que hago.

Y hablando de pasión, hace unos días hice la maleta y me fui a Zaragoza para participar en un workshop de wedding planner, no era un curso típico en el que te formas en que pasos debes seguir para organizar una boda , cual pastel con los ingredientes necesarios para que todo salga en su punto, NO, porque organizar, gestionar y planificar eventos ya lo estoy aprendiendo en la Universidad, quería algo distinto y lo encontré.

Uno de los requisitos del porqué elegí este workshop que imparte Bodas de Cuento School fue el sitio, me encantó cuando lo vi, no quería un sitio frío como suelen ser las aulas de la Universidad , quería vivir esta experiencia en un lugar en donde me sintiera identificada, cómoda, en definitiva, un sitio en armonía con lo que iba a aprender, y nada más entrar el primer día me pareció tan adecuado que fue ganando puntos, ¡el lugar! requisito importante en mi profesión, una telaraña.

¿Es importante el lugar donde se celebran los eventos?, es uno de los requisitos más importantes y determinantes, no da igual un sitio que otro.

De igual manera que los detalles, necesarios para poder crear el ambiente idóneo, y en Bodas de Cuento son expertos en crear el ambiente adecuado para que además de sentirte cómoda hacer que la experiencia sea inolvidable, crean experiencias, esa fue la primera lección que aprendí en la carrera, ¡crear experiencias!


Y con todo esto me introduje en el mundo del wedding planner, volvía  a interesarme después de tanto tiempo.

Siempre me llamó la atención el organizar bodas pero cuando me fui adentrando en la carrera me dí cuenta de que era lo que menos me apetecía organizar, habían varias razones, entre ellas el intrusismo que hay en esta tipología de evento social, no quería ni quiero hacer lo que todo el mundo hace, así que me lo quite de la cabeza y hace unos meses cuando empecé a elaborar mi modelo de negocio volvió a salir el mundo del wedding!!!

Empecé a buscar un curso que respondiera a todas las inquietudes que tenía, y después de esa formación decidir si es lo que realmente quiero o no quiero hacer, y aquí estoy en un cruce de caminos imaginarios con dos flechas de madera indicándome un "SI" y un "NO" tan grandes que no puedo negar su presencia aún imaginaria, y como no a mi "pepito grillo" que cada día me dice una cosa distinta y yo quitándomelo de un manotazo, pero bueno, dejaré como siempre a mi intuición que haga su trabajo y yo seguiré con mi vida como hasta ahora, centrada en el tercer curso con lo que conlleva, que es mucho, supongo que es normal que esté en esta encrucijada y más cuando solo me queda un año y medio para acabar la carrera, UFFF!!! qué rápido está pasando!!!


No puedo obviar lo que aprendí durante ese fin de semana, y sobre todo lo que me enseñaron los artífices de esta experiencia, por lo menos vislumbre un poco más el camino, además, cuando descubrí este workshop supe que tenía que hacerlo, sé que en algún momento todo tendrá sentido, así que me quedo con una frase que dijo Steve Jobs en su discurso en la Universidad de Stanford, "no puedes conectar los puntos hacia adelante, solo puedes hacerlo hacia atrás, así que tenéis que confiar en que los puntos se conectarán alguna vez en el futuro".